CONSEJOS ANTE UN TRAUMATISMO DENTAL
La mayoría de los dientes pueden ser salvados si sabes cómo actuar.
Por ello, en la Clínica Dental Solcan nos gustaría ayudarte, os dejamos unas pautas de qué hacer en caso de sufrir un accidente y tener un traumatismo dental.
La manera en la que actuemos ante un traumatismo dental es clave para determinar el pronóstico de las piezas dentales.
1º Pide ayuda tras el golpe o caída y buscar el diente roto, cógelo por la corona, hay que evitar tocar la raíz del diente.
2º Lavar el diente con agua fría durante 10 segundos. Mucho cuidado al manipular el diente caído, nunca frotarlo al lavar.
3º Lo ideal sería recolocar el diente en su sitio y morder una gasa.
Si no puedes recolocarlo por el traumatismo, sangrado, etc… introduce el diente caído en suero fisiológico, leche o si el traumatismo dental te ha sorprendido en un lugar donde no tienes nada a tu alcance puedes introducir el diente en la boca y colocarlo entre las mejillas y las muelas. El objetivo es que el diente no se necrose, es decir, que no se muera por estar fuera de la boca.
4º Acude a la clínica dental lo antes posible. El tiempo en los traumatismos dentales es fundamental, la caída de un diente hay que tratarla como una urgencia dental, cuanto antes lo examine un odontólogo y aplique el tratamiento dental más adecuado más probabilidad de éxito se alcanza.
5º Aplicar hielo en la mejilla, labio o zona de la contusión para aliviar la inflamación
6º Aplicar presión en la zona de hemorragia para que cese el sangrado, en la clínica se darán puntos de sutura para favorecer el cierre de la herida.
La mayoría de los traumatismos dentales ocurren principalmente en niños
En los dientes de leche la causa más común es la caída de boca cuando el niño está aprendiendo a caminar.
Entre los 7 y los 12, la mayoría de los traumatismos dentales se producen haciendo deporte o juegos. Montar en bici, patinete eléctrico, así como practicar boxeo o deportes de contacto, divertirse en un rocódromo o practicar escalada.
Otras causas comunes son los accidentes de tráfico y los domésticos, pudiendo provocar contusiones, luxación, fractura o incluso avulsión.
Si el diente es de leche y ha sufrido una avulsión, es decir se ha descolgado por completo el diente y está fuera de la boca, no es recomendable reimplantarlo ya que podría sufrir anquilosis e impedir que el diente permanente que está subyacente no pueda erupcionar.
Si el diente es permanente y se ha fracturado habría que realizar una radiografía y localizar la línea de fractura, si la rotura del diente es superficial se podrá reconstruir, si la fractura es más profunda y afecta a la raíz del diente puede necesitar una extracción dental, valorar también si el nervio está afectado por la fractura, si está vital o necrosado, en ese caso la necesidad o no de realizar un tratamiento de conductos o endodoncia.
Cuando los dientes han sufrido un desplazamiento debido al traumatismo y pertenecen a la dentición definitiva, pueden necesitar una ferulización para estabilizarlos, es similar a cuando nos fracturamos un brazo y se coloca una escayola para inmovilizarlo.