PREVENCIÓN DE PROBLEMAS EN EL CORAZÓN. CÓMO INFLUYE LA PLACA BACTERIANA DE LA BOCA
La endocarditis bacteriana o también llamada endocarditis infecciosa, es una infección en el corazón y es potencialmente mortal. Bacterias presentes en la boca o algún otro sitio del organismo, como podrían ser el tracto digestivo o genitourinario viajan por el torrente sanguíneo y se adhieren al endotelio cardiaco provocando una infección en la pared de recubrimiento del corazón.
El 90% de las endocarditis bacterianas tienen una causa odontológica.
Los pacientes más suceptibles a sufrir una endocarditis bacteriana son aquellos a los que se les ha implantado válvulas cardiacas, tienen defectos cardiacos congénitos o presentan zonas vulnerables por procesos patológicos o quirúrgicos. Pacientes con endocarditis previa. Las cardiopatías congénitas – Cianóticas no reparadas quirúrgicamente – Reparadas con material protésico (primer semestre*) – Reparadas con defectos residuales a nivel protésico y los pacientes receptores de trasplante cardiaco que desarrollan valvulopatías.
Aquellas personas que se encuentran inmunodeprimidas por diversas razones, ya sea un transplante de algún órgano, por terapia contra el cáncer, enfermedades crónicas… son pacientes de alto riesgo.
Pacientes con cardiopatías congénitas como:
Al proliferar sobre los tejidos o sobre los aditamentos pueden cubrirse de fibrina y evadir la respuesta inmune de la persona, generándose así una endocarditis.
Existen dos tiposs de endocarditis bacteriana: aguda y subaguda.
La endocarditis bacteriana aguda es de instalación rápida, con manifestaciones intensas y se observa en corazones intactos. Presenta bacterias en grandes cantidades, o bien los microorganismos son muy virulentos y/o el individuo está, por diversas razones con su sistema inmune debilitado. Esta variante suele presentarse en drogadictos intravenosos que se inyectan al torrente sanguíneo grandes cantidades de bacterias en jeringas sucias y contaminadas.
La endocarditis subaguda en cambio, es de curso insidioso; se caracteriza por malestar, fiebre de baja intensidad, debilidad, escalofríos, sudoración nocturna y pérdida de peso. Es más frecuente en individuos portadores de prótesis valvulares. La bacteria causante es el estreptococo viridans, habitante frecuente de la cavidad bucal. Este microorganismo forma parte de 30% de la flora del surco gingival (encía).
La endocarditis bacteriana puede complicarse y producir insuficiencia cardiaca, arritmia, fenómenos tromboembólicos, septicemia y en algunos casos la muerte. El tratamiento se basa en la administración del antibiótico específico y en la corrección de las complicaciones.
Es de vital importancia administrar una profilaxis antibiótica en los pacientes que sean de alto riesgo antes de realizar tratamientos odontológicos que supongan riesgo de bacteriemia, como pueden ser una exodoncia dental, curetajes, apicetomías, colocación de implantes dentales, cirugía bucal…

Dentro del protocolo de manejo médico de los pacientes que van a ser sometidos a cirugía cardiovascular, es requisito tener una salud bucal óptima. Se recomienda al paciente acudir al odontólogo y eliminar las lesiones cariosas, periodontales y periapicales, así como infecciones y procesos inflamatorios para que la cavidad bucal no sea fuente de bacteremias.
Desafortunadamente, los antibióticos profilácticos recomendados para streptoccocus viridans, no son siempre efectivos, por un lado la resistencia bacteriana que no responde a los antibióticos prescritos y , por otro lado, existen endocarditis bacteriana generada por otras bacterias, hongos o virus.
Recomendaciones: eliminar cualquier foco de infección en la boca
- Todo paciente en riesgo de endocarditis bacteriana deben visitar periódicamente al dentista y tratar de mantener la salud bucal.
- Las visitas periódicas al odontólogo ayudan a diagnosticar precozmente las lesiones bucales y permiten otorgar el tratamiento oportuno.
- Un buen control de placa bacteriana que reduzca el volumen de microorganismos que pudieran ingresar al torrente sanguíneo. La afectación de encías y problemas periodontales es una inflamación que debe ser controlada.
- El crecimiento bacteriano puede reducirse significativamente con un enjuague de clorhexidina al 0.12%, y controlando por parte de su odontólogo la frecuencia y duración de los enjuagues hasta reducir los procesos inflamatorios de la boca.